domingo, 12 de abril de 2009

Auroville

Auroville es una ciudad que se encuentra apartada en la India, en la cuál se incentiva de alimentar no solo la parte terrenal sino la espiritual de las personas, generando una gran comunión.





Fundada en 1968 por un grupo de soñadores y místicos, la ciudad que no tiene gobierno formal, ni policía, ni leyes, no circula dinero, la propiedad es comunitaria, las casas parecen platos voladores y se cocina con energía solar. Hoy en día cuenta con 1978 personas de 44 países distintos.

Cuenta con un templo laico llamado Matrimandir que es el centro espiritual y geográfico de la ciudad. Lo emplazan doce plataformas como pétalos y lo rodean amplios jardines y fuentes. La cámara principal contiene doce columnas de mármol blanco de carrara, una gran alfombra de lana de oveja tejida a mano y en su centro se ubica un cristal de 80 centímetros de diámetro y 1100 kilos de peso. Cuenta con aire acondicionado y un dispositivo que hace que su color vaya cambiando de acuerdo al movimiento del sol. La ausencia de iconografía religiosa y el silencio son totales ya que se lo utiliza solo para meditar.

En Auroville el crecimiento espiritual tiene que acompañar al económico, sino indican que sería como cualquier otra ciudad. Buscan “una intuición original, ser honestos con nosotros y entre nosotros. El único camino que nos permitirá avanzar es la honestidad y también la humildad. No debemos caer en una falsa espiritualidad, es perjudicial”.

El techo de la Cocina Solar es un gran colector de energía solar de 15 metros de diámetro, en forma de ensaladera, con un sistema computarizado de orientación que le permite seguir el movimiento del sol. Lo cuál permite que se puedan hacer mil almuerzos diarios.

La comida, siempre vegetariana hecha con vegetales y granos cultivados en Auroville. En el horario del almuerzo existe además de un silencio monástico, debates sobre temas locales.

No existen partidos políticos pero se hace política a la manera de los antiguos atenienses de la Acrópolis: argumentando, dialogando, buscando el consentimiento como contrario del consenso. Los habitantes dicen que esto se debe a que en el consentimiento están todos de acuerdo, en cambio en el consenso hay quienes no, pero deben aceptar igual. Las decisiones se terminan cuando nadie tiene algo que objetar.

Su carta fundacional:

Auroville no pertenece a nadie en particular. Auroville pertenece a la humanidad en su conjunto. Pero para vivir en Auroville se ha de ser un servidor voluntario de la conciencia divina.
Auroville será el lugar de la educación permanente, del progreso constante y de una juventud que nunca envejece.
Auroville quiere ser el puente entre el pasado y el futuro. Aprovechando todos los descubrimientos externos e internos, se lanzará audazmente hacia futuras realizaciones.
Auroville será un laboratorio de experimentación material y espiritual para dar un cuerpo viviente a una unidad humana concreta.

En lo que respecta a nuestro país, en la localidad de Navarro, Provincia de Buenos Aires, existe una “Ecovilla Gaia” en donde se encuentran sembrando las bases para un asentamiento humano sustentable.
Sus propósitos son de vivir simplemente, en contacto con la naturaleza, organizados en forma de una pequeña villa ecológica, con principios ecológicos, comunitarios y sociales.
Eligen otros principios de vida que le permiten hacer un buen uso de la tierra y de los flujos de energía, buen diseño de las construcciones naturales, y lograr una organización social y económica comunitaria.

1 comentario:

Unknown dijo...

No habia visto que tenias un blog, me encanto!, te lo escribo en un solo post, para evitar la fatiga ajajaja.
Realmente excelente!

besote